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PAN CASERO Y GALLETAS DE AVENA

Siempre me he considerado una persona que comía saludable. Allí donde estuviera un plato de cuchara, un pescado, unas verduras, la pasta y la fruta, estaría yo. Si me das a elegir entre un potaje y una carne, tiraré siempre por el potaje. No me gustan las comidas con demasiadas salsas o de mucha fritura. 

¿Y por qué te cuento esto? Porque, cada vez más, es más importante para mí comer bien y que los que me rodean también lo hagan, saber de dónde vienen los alimentos que compramos, como han sido producidos; si son biológicos o ecológicos o no; qué conservantes, colorantes o añadidos tienen, etc.

Hay muchos estudios que relacionan el aumento de ciertas enfermedades, como el cáncer, con la mala alimentación que tenemos actualmente en la sociedad y con el abuso de azúcar en lo que consumimos. A poco que te pones a leer sobre el tema, empiezas a darte cuenta que tiene mucha lógica. Si lo que introducimos en nuestro cuerpo está lleno de componentes raros, de tóxicos,... eso queda ahí. Y te pones a pensar, y llegas a la conclusión de que lo que comían nuestros abuelos o anteriores a ellos, era mucho más natural y menos contaminado de químicos y pesticidas. No tendrían tanta variedad y surtido como existe hoy en los supermercados, pero seguro que era mucho más sano lo que comían.

No hablo como experta en el tema, porque no lo soy, pero he leído algunos libros que me han llevado a tomarme más en serio este tema. También sigo algunos blogs de cocineros y expertos en alimentación que tratan todo esto y que te recomiendo que pases por allí. 

Uno de los que te recomiendo hoy es Juan Llorca. Tanto su blog, como sus vídeos en Youtube, no tienen desperdicio. Es el " responsable de alimentación del Valencia Montessori School, primera escuela 100% Montessori en Valencia y primera de España con un Chef KM0 con el sello SLOW FOOD y una alimentación libre de procesados, refinados, azúcares y totalmente natural y de temporada". Esto me ha sorprendido gratamente, saber que existen colegios que se preocupan en proporcionar una alimentación saludable en sus comedores.

Otro descubrimiento ha sido la importancia del intestino y la digestión en nuestra salud, y qué ocurre según los alimentos que comemos; unos favorecen la salud, pero otros la enfermedad.  Muy recomendables las lecturas de "La enzima prodigiosa" de Hiromi Shinya y "La digestión es la cuestión" de Giulia Enders.

Nunca fui una persona de comprar muchos alimentos precocinados o procesados, pero ahora los evito a toda costa. Cuanto menos procesado sea el alimento y más cercano a su forma originaria lo consumamos, es mucho mejor para nuestro cuerpo.  

Cambios que estoy haciendo en mi cesta de la compra:

  • COMPRAR:
  1. mucha verdura y fruta, si es ecológica mejor
  2. huevos ecológicos
  3. pescado, aunque aquí en Alemania, lo más que consigues es congelado; a no ser que te muevas a la zona holandesa
  4. pasta, estoy tratando de pasar a la integral. Lo voy consiguiendo poco a poco
  5. temas latas: solo atún, sardinas, bonito,... aquí no hay tanta variedad como en España
  6. envasados en cristal: algunas verduras y legumbres.
  7. carne, sobre todo, pollo y pavo; aunque también de vez en cuando carne roja
  8. azúcar morena, y tratando de eliminarla poco a poco.
  9. frutos secos, biológicos, mejor
  10. legumbres: lentejas, judías,...
  11. lácteos: leche y yogur. Para las niñas mantenemos la leche entera, nosotros nos hemos pasado a la leche de almendras sin azúcar.
  • EVITAR:
  1. todo aquello que viene ya precocinado o procesado: salsas, comidas, ...
  2. las bebidas tipo refrescos, como Coca-cola y otras. Eso no quiere decir que muy ocasionalmente, compremos alguna
  3. no abusar de las carnes rojas
  4. los dulces y tartas de supermercado
  5. las golosinas
  6. snacks, tipo papas, gusanitos, etc

 

Por eso hoy, hemos horneado nuestro propio pan integral y nuestras propias galletas de avena y chocolate ( Las recetas las consigues pinchando en las palabras destacadas). A las galletas le dimos nuestro toque personal, cambiando los chips de chocolate por chocolate en polvo; y las convertimos en galletas de chocolate, además de avena. Y se me ha ocurrido que es una buena idea cocinar u hornear en fin de semana, ya que tenemos más tiempo, el pan que consumiremos parte de la semana y las galletas para la merienda o desayuno. Mi idea es que a mitad de semana, más o menos, volvamos  a hornear, si vemos que lo necesitamos.

¿Qué opinas tú de todo esto? ¿Te ha pasado, como a mí, que te preocupa más la alimentación que tenemos y que damos a nuestros hijos actualmente? Me encantará que lo compartas conmigo por aquí, te espero. Buena semana. 

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