Este libro ha sido el primero que he leído de Chimamanda Ngozi Adichie, y ya comenté en mi Instagram que debería ser leído por todo el mundo, no sólo por padres con hijas, sino el resto de personas, da igual en la situación personal que se esté.
De una forma muy amena y sencilla, la autora de origen nigeriano, va dando una serie de consejos a petición de su amiga Ijeawele, que ha sido recientemente madre de una niña, para que le ayuden a educarla y criarla, de tal forma que se convierta en una mujer independiente y autónoma, sin depender de ningún hombre. Decide escribirle una carta con 15 sugerencias que podrían ayudarla a criar a su hija en el feminismo.
Como te comentaba, Chimamanda es nigeriana, pero vive entre Nigeria y Estados Unidos. Una de sus obras más premiadas y reconocidas es "Americanah"; pero sobre todo, es muy conocido su ensayo "Todos deberíamos ser feministas" (Versión escrita del reconocido TEDx Talk que ha tenido millones de visitas en Youtube ). Te recomiendo que lo veas o que leas su versión adaptada escrita, muy interesante también.
Curiosamente, la semana pasada, en las noticias de TVE dedicaron unos minutos al movimiento feminista y a sus orígenes. Gracias a la lucha de las Sufragistas en Gran Bretaña por conseguir que las mujeres pudiésemos votar, podemos ejercer dicho derecho actualmente. Esto no se consiguió hasta después del final de la 2ª Guerra Mundial, y sólo podían ejercer el voto una parte de las mujeres, sólo las que eran propietarias; el resto, la gran mayoría, tuvo que esperar todavía algunos años más.
¿ Y por qué te cuento esto? porque cada día veo más claro que, aún siendo una mujer afortunada por vivir en la parte del Planeta que se nos respeta más, quedan muchas cuestiones por cambiar. Porque, cada día, soy más consciente de que, a pesar de los logros conseguidos en nuestra sociedad, todavía queda mucho por andar, para la verdadera igualdad entre hombres y mujeres.
Si viviendo aquí, puedo percibirlo, no quiero ni imaginarme, lo duro que tiene que ser para otras mujeres vivir en esos países y culturas; donde no valen nada, no cuentan nada. Lo que quieren o desean, está a años luz de poder realizarse; porque viven bajo el dominio masculino.
Cada día me convenzo más de las palabras de Ngozi Adichie "Todos deberíamos ser feministas"; porque significa luchar por un mundo de igualdad, donde no haya nadie en inferioridad de condiciones por razón de género. Que hombres y mujeres puedan desarrollar sus sueños con las mismas posibilidades.
A día de hoy, incluso en nuestra sociedad más avanzada, la mujer sigue relegando su profesión en pro de la familia; e incluso, trabajando fuera de casa, sigue encargándose más de las tareas doméstico-familiares que el hombre, con lo cual, termina añadiendo más horas de trabajo a la ya jornada laboral de su profesión. Existen casos en los que esto es igualitario, por supuesto; pero no es la generalidad. E incluso, cuando el hombre realiza cualquier mínima tarea doméstica, se le valora como algo extraordinario, de ahí la famosa frase "Él me ayuda". Cuando la mayoría de las mujeres hacen eso y más todos los días; y no se escucha "Ella me ayuda", porque se da por sentado el que lo haga y que sea así.
Del análisis de los datos recogidos, en el estudio "Somos equipo" (te recomiendo que lo veas), realizado por el Club de las Malasmadres, llegaron a la conclusión de que el reparto de las tareas doméstico-familiares en los hogares es desigual, lo que obstaculiza la entrada y trayectoria laboral de las mujeres. Además, un porcentaje bastante alto de mujeres abandona sus carreras profesionales cuando son madres, por lo difícil que es lograr una conciliación real entre trabajo y familia.
Los datos hablan por sí solos, y lo que vemos a nuestro alrededor, en nosotras mismas, madres, hermanas, familiares, amigas, ... nos lo confirman.
De este Club de las Malasmadres te hablé hace un tiempo cuando lanzaron su campaña "Yo no renuncio". Fue creado por Laura Baena para dar voz a la realidad de las mujeres cuando somos madres. Entre otras muchas cuestiones, lucha por que exista una conciliación real entre trabajo y familia. Su sueño es que se llegue a conseguir un Plan Nacional por la conciliación real, con horarios laborales más flexibles, entre otras cuestiones.
Por eso, pienso que no hay que tener miedo de reconocerse FEMINISTA, de reconocer que todavía queda mucho por cambiar en nuestra sociedad. Hoy te cuento que me siento FEMINISTA y que soy FEMINISTA, porque "considero una urgencia moral mantener conversaciones sinceras acerca de educar de otro modo a los hijos, de crear un mundo mas justo para hombres y mujeres", según las propias palabras de Ngozi Adichie, que comparto totalmente.
Y esto es lo que te cuento hoy. Me encantaría que me cuentes qué opinas tú de todo esto, si te sientes y eres FEMINISTA o no.
Gracias por acompañarme y nos vemos en la siguiente parada. Un abrazo.
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